¿Switch sencillo o arquitectura con switch core? La diferencia que marca la velocidad, la gestión… y la seguridad

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En muchas oficinas la red empieza igual: un switch sencillo, algunos equipos conectados y todo funcionando “sin complicaciones”. Pero cuando la empresa crece, aparece la realidad: más PCs, más teléfonos IP, cámaras, Wi-Fi corporativo, dispositivos IoT… y, de pronto, la red ya no da más de sí.

Aquí es donde surge la pregunta clave:
👉 ¿Es suficiente un switch normal, o necesitamos un diseño con switch core y switches de acceso?

🧩 Qué hace realmente un switch “normal”

Un switch de nivel 2 es como un cruce básico: conecta equipos, distribuye tráfico y permite crear VLANs sencillas. Funciona bien mientras la red es pequeña, pero tiene limitaciones importantes:

  • Todo el tráfico entre VLANs pasa por un único router (o un MikroTik central).
  • Cualquier aumento de dispositivos o servicios puede generar embudos.
  • La capacidad de gestión es limitada: pocas reglas, control básico, diagnósticos reducidos.
  • La seguridad se basa en VLANs, pero sin herramientas avanzadas de filtrado.

En resumen: sirve para empezar, pero no para crecer.

🏗️ Qué aporta una arquitectura con switch core

Un core L3 es mucho más que “un switch más potente”. Actúa como el cerebro de la red, y cambia por completo la forma en que circula el tráfico interno:

  • Enruta entre VLANs sin pasar por el router de salida.
  • Trabaja con enlaces de 10 Gb (o más), eliminando cuellos de botella.
  • Centraliza las políticas de red: QoS, ACLs, priorización de voz, aislamiento de departamentos.
  • Permite crecer: más switches, más puestos, más servicios… sin perder rendimiento.
  • Aporta estabilidad: si un switch de acceso falla, el resto de la red sigue funcionando.

La experiencia diaria cambia: la red es más rápida, más ordenada y más predecible.

⚙️ Diferencias clave

🔹 1. Rendimiento

Switch sencillo: tráfico inter-VLAN que pasa por un único punto → latencia, saturación.

Core L3: tráfico distribuido por hardware → velocidad constante incluso con carga.

🔹 2. Gestión

Switch sencillo: configuración manual, poca visibilidad.

Core L3: control centralizado, logs, métricas, QoS y herramientas para optimizar la red.

🔹 3. Seguridad

Switch sencillo: segmentación básica.

Core L3: ACLs avanzadas, aislamiento real entre departamentos, control IP/MAC, políticas por servicio.

🎯 ¿Cuándo merece la pena dar el salto?

  • ✔️ Oficinas de 50–300 puestos
  • ✔️ Redes con varias VLANs (datos, voz, cámaras, invitados, IoT…)
  • ✔️ Entornos donde la estabilidad es crítica
  • ✔️ Empresas que van a seguir creciendo

En redes grandes o con requisitos de seguridad, el core deja de ser un “extra” y se convierte en una necesidad estratégica.

🧠 Conclusión

Pasar de un switch sencillo a una arquitectura con switch core no es solo mejorar la velocidad: es ordenar la red, evitar problemas futuros y ganar control sobre algo tan esencial como la conectividad interna de la empresa.

Si la red de tu oficina empieza a quedarse corta, este cambio es una de las decisiones que más impacto tendrá en su rendimiento a medio y largo plazo.

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